jueves, 29 de diciembre de 2011

Sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional

He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera. He perdonado mucho, hasta que me tomaron por tonta. He callado te quieros que por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire y he regalado te quieros simplemente por cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mí. He gritado con fuerza pero mi voz nunca salía. He callado verdades por no hacer daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. Hay días que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente te tendría a mi lado. He pasado por fases. He sido una niñata inmadura e insensible y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He cantado en la ducha hasta que mi garganta no podía más. Ha habido días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. He disfrutado de pequeños detalles…y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida. El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa. El secreto de la vida está en vivirla.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Es inevitable, casi como respirar.

Es un día especial marcado en el calendario. Es ese beso debajo de la lluvia. Es esa canción lenta que me recuerda a ese momento único. Es esa estrella con tu nombre. Es cuando me agarras de la mano mientras andamos por la calle. Es ese picnic en medio de la nada. Son esas cosquillas que me hacen reír. Son esos ojos que me deslumbran. Es ese primer e inesperado beso. Es ese abrazo cuando me pongo triste. Es ese te quiero susurrado al oído. Son esos temblores que me dan cuando te veo. Son esos nervios que me entran cuando noto que estás cerca de mí. Es esa mirada de la que no puedo apartar la vista. Es él. Soy yo. Somos nosotros.


lunes, 12 de diciembre de 2011

How can i move on when i'm still in love with you?

Sé que no tiene sentido pero, ¿Qué más puedo hacer?
¿Cómo puedo seguir adelante si aún estoy enamorada de ti?

Si algún día te despiertas y descubres que me estas echando de menos,
y tu corazón empieza a preguntarse en qué parte del mundo puedo estar,
Piensa que a lo mejor podrías volver al lugar donde nos conocimos, porque estaré ahí, esperandote.





martes, 29 de noviembre de 2011

Que no estemos juntos, no significa que no te quiera;

Y me pregunto por qué a estas alturas sigo pensando en ti. El destino es injusto, por lo menos el mío. Sería todo más fácil si decidieras salir de mi cabeza, por lo que veo eso es imposible. Igual que sacarte de mi vida ¿Para qué? No quiero un mundo donde tú no estés, pero tampoco quiero vivirlo contigo .No así. No quiero ni un día más en el que tenga que arrepentirme de mis palabras. Y de mis hechos. Sólo quiero ser feliz de una vez, si no es mucho pedir. Dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar, espero que este no sea el mío...

martes, 22 de noviembre de 2011

Sólo existe la vida amándote.

Me encanta su sonrisa, su pelo, sus rodillas, me encanta hasta el lunar que tiene en la piel, la forma en que a veces se moja los labios antes de hablar y el sonido de su risa. Me encanta mirarle cuando estás distraído o escuchar esa canción cada vez que pienso en él. Me encanta también como consigue que me sienta, hace que todo sea posible. No voy a mentirte, eres lo primero en lo que pienso cada mañana al despertar y en lo último que pienso antes de dormirme cada noche. Tampoco te voy a negar que al cabo del día te piense 1.967.246.987 veces y que no te despegas de mi mente ni en mis sueños. No te voy a negar que te quiero.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Me hace falta una dosis de tus besos;

Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado, de verdad.  Ya no hay vuelta atrás, lo sientes. Y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo, y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas, mucho antes. Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo pasan una vez, y por mucho que te esfuerces ya nunca volverás a sentir lo mismo. 

 

 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Una bala perdida, hecha a mi medida.

Si dijera que no te echo de menos estaría mintiendo, porque sí, te echo de menos y no sabes cuánto. Te necesito, necesito esos besos que me dabas, esos abrazos que me hacían sentirme segura, esas miradas que me lo decían todo, necesito tocar tu pelo y acariciar tu cara, te necesito a ti. Parecerá una tontería pero esas pequeñas cosas son las que me hacían ser feliz, tú me hacías feliz, y a pesar de todas las cosas malas que han sucedido y de todos los obstáculos que hay en el camino te sigo amando como el primer día o incluso más, porque no hay nada que pueda con esto que siento. No sé donde estarás ni si quiera si piensas en mí, pero sólo sé que te echo de menos y que daría cualquier cosa por verte, por ver esos ojos que adoraba o esa sonrisa que tanto me gusta, necesito tus bromas que aunque me hicieran cabrear me gustaban, porque me encantaba la manera en la que me pedías perdón, me encantaba cuando me tenía que ir y tú me decías que no me fuera, que me quedara un poco más... pero ahora ya no hay nada de eso.



jueves, 3 de noviembre de 2011

Seamos realistas, pidamos lo imposible

Me atrevería a jurar que nunca he sentido nada así. No voy a decir lo típico, lo de siempre, que te quiero, que eso lo sabes de sobra. Que podría decírtelo en cualquier idioma, podría cantártelo, y podría también gritártelo, pero que prefiero demostrártelo. Que no hay nada mejor que levantarse con tu imagen tatuada en la cabeza. Llegaste tú, y me rompiste los esquemas, cambiaste totalmente mi perspectiva de la vida. ¿Sabes lo que es eso? Es algo mágico, es algo, imposible de describir con palabras. Te cambia la vida, en resumen. Aunque son cosas que te digo en muchas ocasiones, te quiero, pero por supuesto, tu eso ya lo sabes.  

PD: gracias. 

 

miércoles, 26 de octubre de 2011

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo, si no fuéramos tú y yo.

Él siempre fue diferente. Me refiero a un diferente raro. Era como planear una fiesta de sábado por la noche, el sábado a las once de la noche. Como un chiste un miércoles a las tres de la tarde. Como salir sonriendo un jueves del instituto. Él siempre fue así, planeando las cosas a última hora. Llevaba al límite eso de dejarse llevar. No le importaba mucho lo que le rodeara. Era como fumarse la vida mientras sacas el dedo corazón a este asco de sociedad. Quería besos diferentes, pero de la misma boca. Daba la impresión de ser un insensible más, pero tenía ese corazón dentro. Tenía su manera de hacerte sentir la única en el mundo. Podía pasar una modelo, y él no miraría ni de reojo, preferiría besarte. Era como salir de fiesta un miércoles. Si, él siempre ha sido diferente.




lunes, 24 de octubre de 2011

87 días,

‘’Y ahora que te has marchado me invento los domingos’’, eso dice una de mis canciones favoritas, una de las canciones más tristes que se escribirán nunca.
Hoy hace exactamente 87 días que te marchaste, 87 largos días, y es que el tiempo es así de caprichoso, lo mismo que las agujas siguen un ritmo frenético o como que da la sensación de que no giran.
La tristeza es uno de los sentimientos más extraños, puedes levantarte un día pensando que ya ha pasado lo peor, que a partir de entonces, solo pueden haber sonrisas, y de repente, por cualquier tontería, todo vuelve a derrumbarse de nuevo, por cualquier tontería. Que te devuelve con intereses todos los problemas que ya creías superados, como en el parchís, que te comes una y cuentas 20, lo mismo, en una lágrima, siempre la acompañan otras 19.
He aprendido a odiar los domingos, sobre todo los domingos de invierno, debe ser que mi inventiva se ha marchado de vacaciones y soy incapaz de tejer ninguna historia en la que no aparezcas tú.
Te echo de menos.
87 días, 87 días ya... y todavía espero que un día me llames y me digas que tú también me echas de menos, que vas a volver.
Larga es la espera de lo que sabes que nunca va a suceder, alguien me dijo que el amor asfixia, y si eso es verdad, no hay nadie que pueda sobrevivir a él.
Entonces... ¿Dónde están los finales felices de los que hablan los cuentos de hadas?
Se puede echar de menos un sabor, un olor, tu olor.
A veces me pasa que voy por la calle y huelo tu colonia, y entonces cierro los ojos y te echo más de menos, si es que eso es posible.
Los domingos son una prueba de fuego, es el único día de la semana que me levanto totalmente sumergida en tu recuerdo, y cualquier excusa me parece buena para llamarte, incluso para presentarme en la puerta de tu casa, pero no lo hago, claro, sabes de sobra que no puedo.
87 días, y todavía no entiendo porqué los cuento, no se me ocurre nada más triste que pensar que un día me levante y lo primero que piense sea: hoy hace exactamente 1415 días que te marchaste. Debería dejar de hacerlo, seguramente tú ya no piensas en mi, seguramente no me echas de menos, seguramente sonríes todo el tiempo, seguramente. Que ya sé que he malgastado mucho tiempo pensando en ti, que ya son 87 días, y pasaran otros 87 más, que me voy a seguir acordando de ti todos los domingos de mi vida, que mi final feliz solo puede ser contigo, que te estoy esperando, que vengas.

viernes, 21 de octubre de 2011

Dame el tiempo que no te haga falta, prometo invertirlo en caricias en tu espalda.


"Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos, que se pierda a mi lado para después rescatarme de laberintos sin sentido, que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.
Alguien que cosa disfraces en mis días malos y los convierta en buenos, que no se enfade si no me entiende, que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude, que no me haga sufrir porque sí pero que no me venda amor eterno manoseado, ni me lo ponga fácil…
Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano, que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel, que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tengo ganas, que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez, que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio...
Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo los días de resaca, que si se pone animal, sea solo cuando me mate a besos por la mañana.
Que no se acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme, que si mira a otra, luego me guiñe un ojo y se ría de mis celos de niña tonta.
Y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado."




lunes, 17 de octubre de 2011

Firmaría un pacto con el diablo si con ello consiguiera que te quedaras conmigo el resto de mis días.

 - "Deje su mensaje después de la señal, Piiiiiiiiiiiiiiii"
+ Hola, si soy yo, sí aunque parezca imposible recuerdo tu número de teléfono, nunca llegue a borrarlo de mi agenda aunque a veces me convencía para hacerlo, pero no, no fui capaz, siempre tuve la ciega esperanza de que algún día me llamarías, que tendría una llamada perdida tuya para decirme que me echabas de menos, que añorabas mi presencia entre tus brazos, que querías volver a besarme en la nuca, detrás de la oreja, en la boca, besarme sin más cada vez que me vieras. Pensé que volvería a escuchar tu voz en este aparato, este teléfono que nos ha oído hablar en muchas ocasiones, casi incontables, que ha prestado atención a cada te quiero pronunciado por tu boca, a cada palabra pronunciada con esmerado cariño, a cada pequeño detalle que nunca paso inadvertido entre nosotros porque, nos conocíamos muy bien, bueno...nos conocemos.
Pero no te he llamado para decirte esto, ni para decirte que cada vez que veo nuestras fotos se me rompe el alma y tengo ganas de morirme porque el dolor es insoportable, pero aún así soy incapaz de deshacerme de ellas porque no quiero que mi mente olvide ningún segundo juntos, porque esos segundos fui feliz, completamente feliz, sin necesidad de fingir nada, tampoco para decirte que cada carta que me escribiste la sigo guardando porque espero que vuelvas junto a mí, ni para confesarte que no he lavado la funda de la almohada desde la última vez en la que apoyaste ahí la cabeza, si, en esa noche tan especial en el que los besos y las caricias no fueron escasos, esa noche en la que me hacías cosquillas sin parar porque te encantaba oírme reír... No te he llamado para confesarte que no te olvido, que cada segundo que paso lejos de ti es como una aguja perforándome por dentro, que quiero volver a esos tiempos en los cuales estábamos juntos y que aunque este dolor es insoportable no quiero que se vaya, porque significa que lo que sentí fue verdad, que no estaba soñando, que hubo un tiempo en el que fui verdaderamente la persona más feliz del mundo entero...
Me siento como una fracasada por decirte esto porque, aunque no lo parezca, no soy tonta, sé que estas con otra, sé que tus labios ahora besan otra boca, y que tu cerebro se preocupa por otra persona que probablemente, sea mucho mejor que yo. Cielo, te he llamado para decirte que seas feliz con ella, que disfrutes de cada segundo con su presencia, que no desperdicies un momento juntos porque, no sabes lo escaso que puede llegar a ser el tiempo juntos. Y que, joder que quiero que seas feliz ¿vale? Aunque no sea conmigo, pero por favor nunca estés triste, porque yo no lo soportaría... Bueno y por último, te pido que no me olvides, que no olvides que estaré para todo a tu lado. Esto era todo, te quiero mucho y no creo que deje nunca de hacerlo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Búscame cuando recuerdes todos los momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora.


Estaré a tu lado, si quieres, podemos llegar al fin del mundo, de locura en locura, entre sonrisas, te daré las buenas noches todos los días, y los buenos días por las mañanas, si quieres, te lo daré todo, todo lo que sé que es básicamente todo lo que tú me has enseñado. Te daré mi futuro, mi presente y mi ayer, entre cada juego de palabras esconderé una sonrisa, diré cosas sin sentido, cosas que solo tú y yo entendamos.


martes, 4 de octubre de 2011

Una verdadera amistad, no tiene porque tener sentido.

Es ella la que cuando estoy mal, me llama y me dice:
-  Hermana, solo te pido una cosa, sé feliz.
Es ella a la que le importa una mierda lo que los demás piensen, porque ella es la única persona que sabe quien soy realmente. Es ella la que me abraza cuando lloro y con la que me río hasta tirarme al suelo, es ella la que me demuestra que merece la pena seguir luchando, y la que me recuerda día a día el significado de la palabra amistad y solo quería decirte, como ya te he dicho otras veces, que puede que esto no sea para siempre, puede que el futuro nos halla planeado una vida separadas, pero ¿sabes? Ahora mismo, el presente, nos quiere unidas, y no pienso defraudarle.


domingo, 2 de octubre de 2011

Sólo dime que quieres, y pondré el mundo a tus pies.

¿Sabes? No necesito el paraíso. No necesito que me prometas un siempre, que los dos sabemos que eso es imposible. No necesito ser la pareja que todo el mundo envidie. No quiero ser toda tu vida, simplemente la mejor parte de ella. No necesito un mensaje de buenos días todas las mañanas ni uno de buenas noches todas las noches. No, creo que no necesito nada de eso. Yo necesito poco. Necesito que tardes como esa se repitan una y otra vez. Necesito que me recuerdes lo mucho que me quieres, pero solo cuando lo sientas realmente, si no, no me sirve. Necesito que cuando te entre un impulso, me des unos de esos abrazos que me llevan al fin del mundo. Y bueno, si nos ponemos a pedir, también me gustaría que me hicieras sentir como si fuera la única chica en el mundo, o bueno, por lo menos, la única de tu mundo. 


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Eres mi mayor atracción.


¿Que qué es la cosa más bonita que hay? Pues si no lo sabes, te lo puedo decir yo. Es cuando le ves, te ve, le miras, te mira, y sin motivo alguno sonríes. Y ya, te quedas con esa imagen en la cabeza para lo que queda de día. Entonces, te pones a contar los minutos que te quedan para volverle a ver. Porque, hay momentos, que repetirías una y otra vez, y ese, es uno de ellos.