domingo, 6 de noviembre de 2011

Una bala perdida, hecha a mi medida.

Si dijera que no te echo de menos estaría mintiendo, porque sí, te echo de menos y no sabes cuánto. Te necesito, necesito esos besos que me dabas, esos abrazos que me hacían sentirme segura, esas miradas que me lo decían todo, necesito tocar tu pelo y acariciar tu cara, te necesito a ti. Parecerá una tontería pero esas pequeñas cosas son las que me hacían ser feliz, tú me hacías feliz, y a pesar de todas las cosas malas que han sucedido y de todos los obstáculos que hay en el camino te sigo amando como el primer día o incluso más, porque no hay nada que pueda con esto que siento. No sé donde estarás ni si quiera si piensas en mí, pero sólo sé que te echo de menos y que daría cualquier cosa por verte, por ver esos ojos que adoraba o esa sonrisa que tanto me gusta, necesito tus bromas que aunque me hicieran cabrear me gustaban, porque me encantaba la manera en la que me pedías perdón, me encantaba cuando me tenía que ir y tú me decías que no me fuera, que me quedara un poco más... pero ahora ya no hay nada de eso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario