domingo, 18 de septiembre de 2011

Tú me quieres pero yo te amo.

Hoy te escribo para decirte que nunca te vayas. Te escribo para dedicarte cada una de mis sonrisas y para regalarte cada una de mis lagrimas. Porque te pertenecen. Te escribo para darte las gracias por cada vez que me hiciste brillar los ojos, por cada vez que no me dejaste hundida en la miseria e intentaste sacarme a flote. Hoy te escribo para pedirte por favor que sigas haciéndome rabiar, que quiero volver a insultarte y a reírme, a esperarte asomada en el balcón y a verte llegar y que me mires con cara como si estuviera loca. Para decirte que me sigas gritando "fea" cuando me veas por la calle o "morena" si estoy muy lejos, que lo sigas haciendo siempre, hasta que se caiga el sol sobre nosotros. Y que cuando eso pase, cuando no pueda seguir, quiero que me mires con esos ojos, con tus ojos, y que me digas que tranquila, que todo va a salir bien, que estás conmigo.
Así que, en cierta manera te escribo para decirte que quiero estar contigo siempre, que me encantan todos y cada uno de tus defectos, y resumiendo, te escribo para repetirte que te quiero.



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